miércoles, 2 de diciembre de 2009

principio o final

El paquete de tabaco está tirado en el suelo. Vacío. Se me están acabando los porros, mi único consuelo. Se me está acabando la vida. ¿O está comenzando? No sé cómo empezó todo, no sé qué voy a hacer, ni cómo voy a salir de esta. Debí tener más cuidado. Ojalá nunca le hubiese conocido, yo ahora no estaría así. Se me ofrecen varias alternativas. Pero yo sólo veo dos: tenerlo o no tenerlo. Si lo tengo, se acaba mi vida. Si no lo tengo, acabaré con la suya, sin siquiera darle la oportunidad de decidir si él o ella quiere seguir adelante o quedarse en el intento de ser alguien. Si lo hago, quizá me arrepienta. Si no lo hago, es posible que también. Así que las dos alternativas terminan por fundirse y convertirse en una sola. Ya tengo el lugar escogido: la azotea tiene unas buenas vistas, perfectas para ser escenario de una despedida. De nuestra despedida.