viernes, 28 de agosto de 2009

El Regreso

Nadie se enteró de su llegada, pues sus pies tocaron Madrid en ese intervalo de tiempo en el que la ciudad se va a dormir o se despierta, según se mire. Llevaba en la maleta poco más que tres pantalones y alguna camiseta. Pero en su maleta había ido guardando muchas cosas más. Tantas cosas, que se había dado cuenta de que era el momento de volver a casa.
Y eso hizo, giró la llave sin el menor ruido y se acostó en la cama como si nunca se hubiera ido. Bien guardadito en su memoria cada momento que el verano le había regalado, se durmió enseguida pensando algo que tiempo atrás había repudiado


Hogar, dulce hogar

Irene ha vuelto

viernes, 7 de agosto de 2009

de vuelta y vuelta


Madrid
Me abraza con su calor insoportable. Es agosto. Echo de menos la tramontana casi tanto como a…
Me atraganto, no puedo seguir hablando. Se me seca la garganta, y por más que grite, no me escuchas.

-¡Sálvame!

Y no lo oyes, sigues allí, de arriba abajo, sin parar ni un minuto, y cuando te grito, ni me oyes. Yo me atraganto, mientras a la margarita se le cae otro pétalo.
- Me encanta que me des buenas noticias
- La marea trae algo nuevo cada día

Madrid
Me atrapa sin saber que no soy suya, ya no, hoy no. Algún día volveré, pero ahora soy de otro. Lo siento, Madrid. Tanto tiempo contigo que ya ni te quiero.
-¡Cuántas personalidades!
-Aquesta nit que fem? Rubina?
Pero no, aquí no se puede. Joder, el tiempo es una unidad tan relativa… me controla como quiere. Y se pasa tan rápido cuando estoy contigo que no puedo evitar querer más, más, y más…


Siempre la misma pregunta:
-¿Qué hacemos?
Siempre la misma respuesta
-No lo sé.