viernes, 23 de octubre de 2009

Sé que mañana me dirás que yo tenía razón, que no existen las cosas imposibles y que siempre hay una solución para aquel que no se cansa de buscarla. Me abrazarás con ese cariño de antes y te reirás conmigo de todos aquellos que decían que el Alzheimer era incurable, y que llenos de razones me afirmaban que jamás volverías a llamarme por mi nombre, sin que otra persona lo reconstruyera por un momento en tu memoria en ruinas.

No hay comentarios:

Publicar un comentario