sábado, 30 de junio de 2012

Cambio de escenario


Las luces se apagan, se cierra el telón. Tras el aplauso, los actores van saliendo y entran los mozos, que con sigilo y destreza desmantelan poco a poco el decorado: la mesilla con forma de flor, el sari hecho cortina, la cafetera humeante. También los falsos adoquines del empedrado de la calle, la fachada amarilla de la corrala estampada en cartón, y ese banco de Mesón de Paredes que sostuvo tantas conversaciones durante la última escena. 
El escenario se va quedando vacío, sólo queda en el medio de la sala la figura de la actriz principal, sentada en el suelo, piernas cruzadas, ojos cerrados. El ir y venir de los mozos no interrumpe el meditabundo entreacto, por su cabeza corren veloces las frases de un escueto guión, que se resume en apenas cuatro líneas de sinopsis, y que cede el grueso a la Improvisación. El acto comenzará con un monólogo, ella sola ante el público. Al escenario vacío comienzan a traer nuevos elementos de decorado, el atrezo cambia, se simulan calles empinadas y en el fondo se dibuja una ventana con vistas a un gran río. El escenógrafo pasa a dar el visto bueno, los mozos se retiran, la actriz vuelve a estar sola en un nuevo escenario aún desconocido, ante el reto de improvisar sin siquiera previo ensayo. 
En el punto álgido del silencio, cuando el murmullo de fuera ha cesado, abre los ojos y se pone en pie: se encienden las luces, se abre el telón. 

Comienza la función.

1 comentario:

  1. renacer..despertar, a nuevos olores..sabores.., me encanta el escenario, frente al Atlantico, lo demás ya sabes, siempre dependerá de ti, aunque creo que esos nuevos vientos te traeran suerte. Improvisa, dejate llevar como ese rio que se deja llevar. Besos y mucha Suerte!!

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